ZTF El Cometa Verde, llega para despedirse. Este 2023 El cometa C/2023 E3 ZTF descubierto en 2022, está de visita en la tierra, quizás sea su última visita.
El cometa verde, descubierto recientemente en el año 2022 , viene a visitar la tierra en estos días y lo podemos observar a simple hasta la segunda semana del mes de febrero.
Lo más interesante de este fenómeno, es que los humanos “contemporáneos” no sabíamos de su existencia, sin embargo, especialistas aseguran que el parámetro orbital del ZTF tuvo su paso cerca la tierra hace 50 mil años aproximadamente, es decir, en la época nerdental.
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Después de una oscuridad de 50 milenios (los cálculos son estimativos), en marzo del 2022, gracias al poder de una inteligencia artificial, se percibió un cuerpo brillante en el cielo, que no debería estar en ese lugar.
Para los astrónomos Frank Masci y Bryce Bolin el alerta del algoritmo, despertó la curiosidad de estos científicos, quienes pensaron que se trataba de un asteroide acercándose a la tierra.
Durante el proceso de observación algo no cuadraba y al analizar a profundidad el fenómeno percibieron una densa y brillante cola a la cual bautizaron con el C/2022 E3 ZTF “EL cometa verde”
Las letras ZTF que acompañan el nombre del “cometa verde” corresponden al Zwicky y Ttransient Facility , un proyecto que observa el cielo con una cámara de altísima generación situada en California, Estados Unidos.
Desde entonces, el cometa verde ha sido monitorizado desde casi todos los rincones de la tierra. Uno de esos Observadores ha sido el experto en meteoritos Josep María Trigo (ICE-CSIC)
“Las múltiples observaciones realizadas por nuestro grupo de investigación y el Institut dÉstudis Espacials de Catalunya(IEEC) muestran que en las últimas noches se ha incrementado su luminosidad y durante los próximos días podemos observarlo a simple vista antes de que regrese a su oscuro y recóndito rincón en el Sistema Solar externo” quizás para nunca más aparece”
¿Cómo podemos observar a simple vista al cometa ZTF?
El cometa verde C/2022 E3 ZTF es visible desde finales del mes de enero, principalmente en el hemisferio norte. Una excelente noticia ahí es la constelación Osa Menor.
La punta de la cola de la osa está marcada por la estrella polar, la única que cambia de lugar en toda la noche, Así pues, si tomamos una brújula y miramos al norte, encontraremos esa referencia.
A partir de ahí, dependiendo del día y de la hora, veremos a ZTF hacia la izquierda o derecha de la Osa Menor
Siempre entre la jirafa y el Dragón. El dia de mayor brillo del cometa verde fue el ayer 1 de febrero, sin embargo, la Luna ya estará muy crecida para esta fecha y puede complicar la observación.
Una manera de localizarlo rápidamente es a través de una aplicación móvil que se valga de su brújula, como el software libre ‘Stellarium‘.
El software Stellarium es una excelente opción de observación, ya que el resplandor lunar y de la contaminación lumínica de las ciudades son los peores enemigos (nubes aparte) de la observación a simple vista del cometa verde.
Podemos ver a C/2022 E3 (ZTF) como una especie de mancha difusa en el cielo.
No esperes una imagen como la que sale de los telescopios ni algo que se mueva por el cielo como un bólido.
Con unos prismáticos sí notarás algún detalle más, como el característico color verde… que en el fondo es solo una ‘ilusión’.
Es decir, no esperes conseguir una imagen como las que distribuye la NASA o los astros, fotógrafos profesionales o aficionados que invierten mucho tiempo, dinero en equipos y, desde luego, pasan mucho frío en estas noches particularmente gélidas.
No obstante, seguirá siendo impresionante, pues ese extraño punto difuso, que no termina de ser una estrella, termina apareciendo en la pantalla.
Un cometa verde no tan verde
Lo más característico de un cometa es su cola. Aparece cuando se acercan al Sol. A diferencia de los asteroides, que están hechos de roca, los cometas son una amalgama de roca, polvo, gases de carbono y hielo.
Y ni la roca ni el hielo son verdes ‘per se’.
Como explica el profesor Trigo que “cuando los hielos que forman parte del cometa se subliman, expulsan chorros de gas que arrastran partículas de polvo (de micrómetros a centímetros).
Las emisiones de gas y polvo varían según la exposición de los hielos del núcleo cometario, por eso resultan astros caprichosos, con una apariencia a menudo cambiante”.
Entre los componentes del cometa están el carbono diatómico y cianógeno, que sí pueden brillar en verde según cómo incida la luz solar.
Al impactar luz ultravioleta sobre el di carbono, la molécula se rompe y emite una luz verdecida en la cola
La localización actual del cometa entre las constelaciones puede verse rápidamente en la carta celeste ofrecida por The Sky Live.
Una vez dejemos de verlo pueden pasar varias cosas: que tengamos que esperar otros 50.000 años o más para divisarlo de nuevo.
O que, dada su órbita, termine por salir ‘despedido’ de la influencia solar y no vuelva nunca más.
¿En qué se diferencia un cometa de un asteroide?
Asteroides, cometas y meteoritos son cosas muy distintas, pero de origen similar: son escombros de las ‘obras de construcción’ del sistema solar.
Solo los avistamos cuando están cerca de la Tierra, pero viajan millones de kilómetros.
Los meteoroides son los más pequeños (de hasta 50 metros de diámetro, por lo bajo). Pasan a considerarse ‘meteoritos‘cuando entran en la atmósfera de la Tierra y caen en su superficie.
Si no lo hacen y se desintegran en las capas altas, los llamamos ‘estrellas fugaces‘ (típicamente, del tamaño de un grano de arroz o menos).
Los meteoroides a veces son desprendimientos de asteroides. Los asteroides son ‘pequeños’ objetos rocosos que orbitan alrededor del Sol.
No llegan a ser planetas por varias razones. La mayoría se encuentran en el cinturón de asteroides, una región situada entre Marte y Júpiter.
Los cometas suelen originarse en el cinturón de Kuiper, en el sistema solar exterior, y a medida que viajan hacia el Sol empiezan a descomponerse.
El calor evapora o sublima el hielo, deja a su paso un halo de polvo y gas alrededor del núcleo denominado coma.
Al moverse, origina una cola que puede llegar a alcanzar de millones de kilómetros. Pero también pueden pasar por otros lugares del sistema solar y se nos acercan.
